sábado, 31 de marzo de 2012

La Letra Viva. Del Buey Al Emoticono


Autor: Laboratorio Tipográfico BCN

Autores

Marco Gómez y Herminio Sanz

Laboratorio Tipográfico Barcelona
(http://labtipobcn.posterous.com)

Ponencia presentada en el IV Congreso Internacional de Tipografía en Valencia

Resumen

Cada época experimenta mutaciones relacionadas con sus condiciones tecnológicas y socio-políticas. La letra, como elemento dependiente de estos aspectos, muta según  las necesidades, adoptando matices y configurando su dibujo en cada caso concreto.
Hoy vivimos un momento socio-cultural que se ha desplazado de la tradición alfabética a una circunstancia algo confusa, lo que dificulta apreciar el cambio de modo evidente. Sin embargo, si se admite que tal desplazamiento es cierto, ¿deberíamos preguntarnos por las letras mismas antes que por la tipografía? ¿O debiéramos pensar primero en un nuevo alfabeto y, con ello, en una nueva gramática cultural?
Esta ponencia se acerca a la necesidad de pensar sobre las nuevas costumbres de escritura que han propiciado las tecnologías actuales de comunicación personal (Internet, móviles, etc.). La incorporación de la oralidad en estos medios efímeros-virtuales, vista como un proceso de síntesis conceptual o metáfora formal, justifica preguntarse sobre el actual estadio del dibujo de la letra.
Todo esto apunta a nuevas formas que ponen en crisis el dibujo tradicional de la letra al sugerir nuevos alfabetos y nuevas gramáticas. Entendemos el dibujo como proyecto, y este proyecto como representación alfabética de la metáfora formal. La búsqueda intentará concretar la nueva y necesaria mutación del dibujo de la letra, dentro de un caso concreto de la tecnología reinante actual: el emoticono.

INTRODUCCIÓN

Durante más de 5000 años hemos desarrollado las escrituras: de los pictógrafos a la escritura cuneiforme, de los jeroglíficos a los caracteres chinos y, poco después, a nuestro alfabeto. Cada sociedad, cada sistema lingüístico, ha producido formas propias de conservar su conocimiento, representar sus actividades y mantener su idiosincrasia. En todo momento, ha existido una búsqueda para refinar estos extraordinarios métodos de captura de la palabra.

La realidad íntima de cada sociedad ha marcado la pauta para llevar esta búsqueda a un proceso evolutivo de articulación, abstracción y representación de los signos, y cuando decimos pauta lo hacemos figurativa y literalmente. Figurativamente porque el proceso de desarrollo de una sociedad supone cambios significativos que marcan épocas históricas y por ello surge la necesidad de contar con formas adecuadas para la aprehención de la circunstancia reinante.

Y literalmente  porque la pauta está determinada tanto por las tecnologías para producir soportes, medios y herramientas como por el entendimiento del mundo y la manera de representarlo que cada cultura tiene.
Lo anterior tiene el propósito de plantear un mínimo marco histórico-teórico que nos ubique en el contexto y nos permita observar el proceso de producción-invención, adopción y adaptación de los signos. Y con el fin de mostrar dicho proceso de evolución de los signos, cerraremos este breve marco con el multicitado pictograma del buey en su paso a la letra "a".

En semítico se llamaba "aleph" al buey y, con el tiempo, se llegó la estandarización de un dibujo que lo representaba; por "acrofonía" el dibujo se convierte en representación del primer sonido del nombre de aquella bestia, mientras que el signo conserva como nombre "aleph", que en árabe es "alif" y en griego "alfa".
Y, como sabemos, de allí al alfabeto latino, que continuó transformándose hasta llegar a la cursiva y con ella a las minúsculas.

Así, encontramos en los textos antiguos gran cantidad de modelos que difieren entre sí, producto del soporte, la herramienta y el uso de la misma. La combinatoria de ello produjo formas expresivas que además de contener información proporcionaban identidad personal y regional.

Más tarde, con la aparición de la "escritura artificial", los impresores adaptaron los modelos existentes a su capacidad tecnológica, pero las nuevas tecnologías exigían nuevos dibujos de letras para salvar dificultades tan novedosas como sus nuevas herramientas. De modo que, aunque las letras quizás no sufrieron modificaciones significativas, los modelos y los alfabetos tuvieron que transformarse para conseguir que la actividad pudiera ser rentable, a través de la simplificación de la contracaja y su constante adaptación, tanto lingüística como productiva, lo que trajo consigo cambios en la forma de escribir.
Y con cada cambio, hemos obtenido expresividades diferentes. Podríamos decir que las letras, además de contener información,, transmiten la emotividad de la época y de su sociedad.

Con la llegada de los medios digitales y el desarrollo de interfaces, fue necesaria una adaptación de lo ya existente. Sin embargo, las nuevas tecnologías no produjeron cambios importantes en la escritura hasta la aparición de la comunicación instantánea, con la cual  surgió la necesidad de hacer más personal el escrito.
Así,  se utilizó lo que había a la mano para otorgar un papel más emotivo a las frías conversaciones a través del ordenador y se incorporaron combinaciones tipográficas que eventualmente dieron como resultado los emoticones.


TEXTO PRINCIPAL

El emoticono, definido como "símbolo gráfico que se utiliza en las comunicaciones a través del correo electrónico y sirve para expresar el estado de ánimo del remitente." , está presente en la comunicación escrita actual. Su uso ha experimentado un auge repentino en la comunicación virtual. En el año 2007, el portal de Internet Yahoo!, realizó una encuesta entre 40.000 usuarios en relación al uso de emoticones en sus conversaciones escritas en la red. El 82%, de estos usuarios respondió que utilizaba con frecuencia las caritas expresivas; el 57% de ellos prefería expresar sus sentimientos con emoticones en pos de usar palabras.
El uso de emoticones en la escritura virtual es un hecho, sin embargo, las letras no dejan de estar presentes en la comunicación y mantienen su jerarquía y funcionalidad. La comunicación escrita ya no sólo reside en estas letras mimetizadas de la escritura artificial en plomo, sino que han sido aumentados los elementos utilizables.
El camino de todo este proceso comienza en la mitad del siglo XIX. El sistema "Morse", inventado por el pintor y físico estadounidense Samuel Morse (1791-1872), permitió la comunicación entre dos puntos remotos mediante la telegrafía eléctrica. Creado en el año 1930, su utilidad fue inicialmente militar, pero, el posterior uso comercial de la comunicación telegráfica, presentó la necesidad de aumentar la emotividad del mensaje.
Las relaciones entre los emisores-receptores de este sistema de comunicación se estrecharon debido a la particularidad del propio oficio. Esta necesidad de ampliación en el mensaje llevó a incluir la emoción de manera telegráfica. La National Telegraphic Review and Operators Guide  (1857) documenta el uso del número 73 como código que contiene el primer mensaje expresivo más allá del propio número en sí, entendido como "love and kisses", y responde, no sólo al detalle emotivo, sino a la economía necesaria en el mensaje intrínseca a esta tecnología concreta.
Posteriormente, en el Dodge´s Manual (1908) se recoge que fue el número 88 el próximo encargado de expresar "los mejores deseos", reducido mensaje que expresa mayor formalidad que el anterior. Como decimos, se observa la influencia directa del funcionamiento de la tecnología en la articulación y uso del mensaje, en dónde la abreviación se une de forma irremediablemente necesaria a la relación emocional entre individuos.
Así, en el año 1881, la revista satírica norteamericana Puck,  publica un trabajo donde se plantea la utilización con fines artísticos de elementos tipográficos de contracaja. Estas composiciones no buscan la generación de dibujos que precedan al desarrollo de nuevos caracteres, sino que, simplemente, se enmarcan dentro de la búsqueda de la expresividad artística. Sin embargo, cabe destacar como en la tecnología anterior, que todo esto responde a la necesidad del hombre por el aumento de la expresividad del texto escrito.
El editor norteamericano Ambrose Bierce (1842-1914) consideraba el hecho como: "una mejoría en la puntuación; el punto de risa se escribe así \__/! Y presenta una boca sonriendo. Es adjuntado, con la vista completa para cada frase jocosa o irónica". Ambrose Bierce "For Brevity and Clarity", 1912.
Debido a este crecimiento en la emoción dentro del texto, la imprenta,  medio de difusión masivo de lo escrito, presenta problemas lógicos en la interpretación del mensaje. Por ello, el mensaje transmitido ha de ser lo más objetivo y universal posible, entendible por cualquier lector. El escritor Vladimir Nabokov lamentaba que no existiera aún "un signo especial tipográfico para la sonrisa –una especie de marca cóncava.-", para realmente conseguir un mensaje claro y sin interpretaciones incorrectas.
Posteriormente, con el advenimiento del Telex los operadores comenzaron a generar códigos particulares más allá del propio trabajo para comunicarse entre sí. Formas abreviadas de mensajes emocionales que exigirían una traducción posterior como consecuencia de su propia evolución.
Con todo lo anterior como base llegamos a la era de la comunicación entre individuos a través del ordenador. El desarrollo informático propició el resultado de un sistema de comunicación remoto que, recogiendo las anteriores posibilidades técnicas de medios como la telegrafía, otorgaba la posibilidad de incluir texto en estas conversaciones. Avance notorio en el campo de la comunicación instantánea que incluía la invención de un traductor que permite visualizar alfabetos y convierte al mensaje en algo más "abarcable" por el usuario, denominado como "interface".
En 1982, el profesor informático Scott Fahlman, de la Universidad Carnegie Mellon en Estados Unidos, se convirtió en el primero en proponer la utilización de combinaciones tipográficas para expresar emotividad. Tenía la intención de dotar a la representación de estos mensajes irónicos la función de añadir expresividad a las conversaciones mantenidas a través del foro interno de la universidad. Esta emotividad buscaba reducir las confusiones e interpretaciones erróneas que se producían, ya que mediante el texto escrito no se conseguía transmitir la emoción completa del mensaje.
" 19-Sep-82 11:44    Scott E  Fahlman  :-)From: Scott E  Fahlman I propose that the following character sequence for joke markers::-)Read it sideways.  Actually, it is probably more economical to markthings that are NOT jokes, given current trends.  For this, use:-( "
Aún existiendo varias propuestas para resolver el problema interpretativo, la idea de Fahlman fue la única que consiguió éxito alguno, comenzando a difundirse su utilización. Poco tiempo después, surgieron en la entonces pequeña y reducida Internet, aficionados a los emoticones que combinaron los signos ASCII (especialmente los referidos a los elementos de contracaja) para crear nuevas expresiones, muchas de las cuales alcanzaron gran popularidad, como el guiño ;-) de complicidad.
La referencia clara de estos últimos cambios en el emoticono, a lo largo del crecimiento de la era Internet y de las comunicaciones instantáneas, reside en un símbolo publicitario creado en 1963. El publicista norteamericano Harvey Ball propuso esta imagen para una campaña de motivación empresarial que, eventualmente, se popularizó.
Este dibujo, formado por una base circular de color amarillo y tres trazos sencillos, es a partir del cual se comienzan a desarrollar todo el conjunto de emoticones actuales. Curiosamente, la base de su dibujo no parte de la combinación de elementos de contracaja tipográfica, en clara distancia con los principios del emoticono. Sin embargo, los emoticones adoptarán como referencia la estética presentada por este símbolo.


CONCLUSIÓN

Pero, ¿por qué como diseñadores nos deberían interesar los emoticones? Estos elementos se han incorporado a una escritura de diálogo que pretende agregar la forma gestual y emotiva de la comunicación verbal. Plantean una problemática obvia de diseño ya que, al proceder de una combinación de elementos tipográficos, han de responder a una base metodológica de proyecto y de adaptación escritural.
El desarrollo informático, y con ello el de su principal producto: el ordenador, posibilitan un nuevo campo de actuación, y sobretodo de uso, de los caracteres tipográficos. La desmaterialización de la letra en esta nueva tecnología,  plantea nuevas posibilidades para la tipografía en un medio, el virtual, que aporta, sobretodo, inmediatez y representación directa de los mensajes en la comunicación entre usuarios.
La mímesis que ofrece la tecnología informática pone como modelo inicial de dibujo a los caracteres tipográficos en plomo. El desarrollo de los alfabetos virtuales se centra en la adaptación de los dibujos utilizados anteriormente, dado que la tecnología solamente permite este proceso. De la misma manera que cada herramienta posee un soporte asociado en el cual se plasman los modelos, la tecnología informática presenta un medio de traducción entre la construcción real del dibujo de la letra y el resultado que visualiza el lector.
En este nuevo contexto se dispone solamente de un mero traductor, una mera visualización de lo desarrollado. Encontramos diversidad de adaptaciones tipográficas virtuales en donde el dibujo de la letra es optimizado a razón de las características de esta tecnología. De ahí que también existan diferentes catalogaciones para este grupo de nuevos dibujos: tipografía para web, para display, para impresión, etcétera…
Sin embargo, hay lugar para el desarrollo propio de nuevos elementos directamente relacionados con esta tecnología: los emoticones; su creación y, sobretodo masificación, sólo se entiende en las conversaciones instantáneas en este medio. Si es cierto que, está presente en otras tecnologías relacionadas de manera parcial con el ordenador en sí, tales como el teléfono móvil; pero la esencia en cuanto al planteamiento de su dibujo, difiere mínimamente en lo que al ordenador se refiere.
Como hemos dicho, el emoticono ha sufrido un desarrollo a lo largo de los años para conseguir imitar las expresiones faciales y las emociones. Son utilizados como abreviaturas emotivas, e incluso, en ocasiones puntuales, pueden llegar a sustituir totalmente al texto escrito. Se han recopilado en multitud de libros la variedad existente actual, debido a la cantidad de posibilidades y de programas informáticos que ofrecen el servicio de usar emoticones en las conversaciones. Incluso procesadores de texto tales como Microsoft Word, permiten "traducir" la combinación de estos caracteres ":)" en este símbolo "J" de forma automática.
El antropólogo y director del Observatorio de la Cibersociedad, Joan Mayans, comenta:
"Se emplean básicamente media docena, que son los que todo el mundo reconoce sin necesidad de acudir a repertorios para descifrar su significado. Los que no pueden interpretarse de inmediato no funcionan tanto como refuerzo comunicativo, sino como muestra de ingenio, de humor".
Presenciamos pues, una diversidad exagerada de oferta de emoticones en la actualidad. La cantidad de dibujos creados con la intención de conseguir expresión en el texto han invadido las conversaciones virtuales y, el desarrollo del dibujo de estos elementos, sugiere una repercusión puramente estilística. En los diferentes programas de conversación encontramos modelos propios de emoticones, colecciones que responden a una paridad estética global pero que realmente quizás no guardan la base de la que partieron. Considerando que estos dibujos se inician de la combinación de elementos tipográficos de contracaja, los cuales se encuentran contemplados dentro de un sistema, dentro de un proyecto de dibujo, los resultados ofrecidos presentan serias dudas de si realmente responden a una verdadera metodología de diseño.
Dado que la tipografía, por definición, es producto de un proyecto que lleva contenido la expresividad como uno de sus valores principales, cabe pensar la necesidad de integrar estos elementos, como paso en la evolución de la escritura. El dibujo de estos nuevos caracteres, habrá de responder a un modelo tipográfico que genere el sistema del que adolecen los emoticones actuales.
Es decir, ¿las tipografías actuales necesitan crear nuevos caracteres cuyo dibujo integre los emoticones utilizados en la comunicación instantánea actual? La tipografía es expresiva de forma intrínseca, con lo que los emoticones desarrollados para caso concreto contendrán una expresividad similar que la propia tipografía al formar parte de un sistema. Este proceso supondría la analogización del emoticono y permitiría un dibujo más correcto de estos elementos, al responder a un proyecto de diseño.
El proceso metodológico está condicionado por la técnica de representación, pues esta supone un conjunto de elementos que definen un resultado modélico únicamente posible a través de medios analógicos. El dibujo como proceso de traducción del gesto emotivo es el único capaz de producir una iconización coherente y sistematizada dentro de un espectro  familiar articulado al que podemos llamar proyecto tipográfico y que es capaz de mantener esta emotividad inicial.
Este proyecto, como método analógico, permitirí-a integrar a los emoticonos en la tipografí-a, pero con una emotividad intrínseca. Así, lo diferenciamos claramente de la especulación propia de otros ámbitos (caricatura, publicidad, informática) y cumpliría de mejor forma las necesidades de expresión del usuario en la conversación textual instantánea.
La ubicación del emoticono integrado dentro de la tipografía sería, por historia, el ocupado por los elementos de contracaja. Debido al contexto en el que son utilizados y a la inmediatez del medio, podríamos considerar a estos emoticones como creadores de un subgrupo dentro de esta contracaja, llamado contracaja "dinámica". De esta manera, el usuario podría seleccionar una familia tipográfica capaz de expresar sus emociones de manera global y coherente.
Con todo esto, y como conclusión final de esta ponencia, se plantea la necesidad de estudiar el emoticono desde el punto de vista tipográfico, buscando la integración de su dibujo en un proyecto de diseño. La intención de esta propuesta es la de conseguir que la tipografía contenga a estos elementos en su propia expresividad global; de esta manera, se adecuará el dibujo del emoticono a la tecnología y a un proyecto correspondiente, perdiendo así la sospecha de mero juego formal o construcción caricaturesca.
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Sobre el Autor

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Libros:

Bach, F., i Berkel, R. (1998). Els rastres de l´alfabet, Fundació La Caixa, Barcelona.
Ogg, O. (1959). The 26 letters, Thomas y Crowell Company, Nueva York.
Calvet, Jean-Louis. (2007). Historia de la escritura, Ed. Paidós, Barcelona.

Recursos electrónicos:

Delclós, Tomás (2007). El País. CiberPaís. Los emoticones cumplen 25 años.http://www.elpais.com/articulo/red/emoticones/cumplen/25/anos/elpeputeccib/20070913elpcibenr_1/Tes [Consultado: 10-03-10]
Blog de Joan Mayans (2010) http://www.joanmayans.com/?s=emoticones [Consultado: 24-03-10]
Scott E. Fahlman, Web personal (2010) http://www.cs.cmu.edu/~sef/sefSmiley.htm [Consultado: 24-03-10]
Smiley, Harvey Ball Fundation (2010) http://www.worldsmileday.com/ [Consultado: 10-03-10]

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